Esta es una nota de archivo 2020, tomada del de la versión anterior del Portal ElsalvadorG.com
José García | ElSalvadorG - Portal de Noticias LGBTI acreditado en la Conferencia Mundial de VIH
Una encuesta de 13,562 personas en 138 países alrededor del mundo realizada desde mediados de abril hasta mediados de mayo del 2020 demostró que el COVID-19 está teniendo un impacto devastador en la comunidad LGBTI+.
“Casi la mitad de los encuestados enfrentaron dificultades económicas, y muchos no pudieron cumplir con sus necesidades básicas”. Además, casi la mitad de lxs participantes indicaron tener incertidumbre sobre la estabilidad de su empleo. El 13% ya había
perdido sus trabajos a la fecha de la publicación de este informe.
Por otro lado, el 26% de los participantes que viven con el VIH informaron que habían experimentado interrupciones o acceso restringido a recargas de tratamiento antirretroviral.
Erik Lamontagne, economista superior de ONUSIDA, informó que la crisis ha empujado al 1% de los encuestados a comenzar a participar en el trabajo sexual. Entre este grupo, la pandemia ha reducido la capacidad que tienen de negociar prácticas sexuales más seguras, lo que aumenta potencialmente su riesgo de contraer el VIH.
Lamontagne señaló que estos hallazgos demuestran algunas de las razones por las cuales el COVID-19 amenaza con deshacer el progreso global hacia la prevención del VIH y los objetivos de tratamiento.
En El Salvador la situación no es diferente. En una entrevista realizada por la Agencia Presentes, la representante de la Asociación Solidaria Para Impulsar el Desarrollo Humano (ASPIDH Arcoiris Trans) Mónica Linares dijo que el Estado salvadoreño no está preparado para este tipo de emergencia nacional o ningún otro desastre, a nivel de población general y mucho menos para las poblaciones en contexto de vulnerabilidad como la LGBTI.
En la misma cobertura, Linares indicó que “la principal afectación para la población trans es la falta de ingresos económicos para las trabajadoras sexuales, emprendedoras, vendedoras informales y adultas mayores que no han sido tomadas en cuenta por los programas de subsidio de emergencia anunciados por el gobierno”.